domingo, 28 de noviembre de 2010

Al atardecer - Dusk


Luego de  tomar algo fresco, arrancamos nuevamente para adentrarnos en el departamento de Lavalleja para ir a lo de Blanca. El camino no está en buen estado, mucha piedra y pozos, en parte producto de los grandes camiones que cargan troncos y con su peso van deteriorando los caminos internos.
A medida que nos adentramos entre las sierras, el sol comienza a bajar, y el paisaje se torna espectacular, una belleza!

Cuando llegamos nos esperaba Blanca con su marido y dos de sus hijos. Dejamos los bolsos y nos sumamos a la mesa de la cocina donde recién comenzaba una ronda de mate y charla.

Blanca ha hecho varias mantas para su familia. Reutiliza ropa que no se usa, la recorta y la une para el forro. El relleno es de mantas "moras" o alguna otra manta vieja que anda por ahí. No hay electricidad allí, así que ella cose  durante el día en una de las 3 máquinas de coser a pedal que tiene. Las mantas no son muy pesadas,  no le gusta que pesen demasiado, pero si que sean abrigadas. 


Luego de unos ricos mates y una cena calentita a la luz del farol, conseguimos una vela y nos fuimos a dormir. Sabíamos que frío no ibamos a pasar, porque todas las camas tienen una manta trapera para abrigarse.

After some refreshments we headed to Lavalleja to visit Blanca. The road is very bad, full of rocks and holes. Some of them are caused by the big trucks loaded with timber driving on dirt roads not built for that king of weight.
As we drive into the hilly landscape the sun started to go down and the whole place showed us its spectacular beauty.


We were recieved by Blanca, her husband and two of her children. We unloladed our bags and joined the family on a round of chating and mate drinking. 


Blanca has made a lot of quilts for her family using old clothing. She uses old wool blankets as filling. The place has no electricity so the sewing happens during the day using one of her three mechanical sewing machines. The oldest one was a wedding gift for her mother in law so it is probably more than 60  years old.
Blanca´s quilts are not heavy as most of the traperas we have found. She likes them warm but light in weight. 


After sipping mate and dinner we grabbed a candle and went to sleep. We knew we would have a warm night under Blanca´s taperas



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