Primero nos mostraron las mantas que ellas hacían con retazos y aguja de crochet, preciosas y originales.
Luego desplegamos màquinas, retazos, costureros y explicamos la actividad del taller. Además de las máquinas elèctricas había 3 máquinas de pedal que también se usaron, asi que la habitación estaba acompañada de charlas, risas y el sonido de las máquinas que no dejaban de trabajar.
Como el grupo era bien amplio en edades, las más chicas unían retazos a mano con aguja e hilo, y luego las más grandes cosían a máquina, un buen equipo.
Nosotras terminamos de ordenar y también emprendimos la ruta de regreso a nuestras casas con un precioso obsequio: una mini mantita de tela y crochet hecha por ellas como agradecimiento por haber ido.
Pero también con sensación de haber pasado una preciosa tarde junto a un grupo de mujeres alegres y luchadoras.